Rendición

Dejo de luchar para rendirme ante lo imposible,

Amaneceres juntos nunca dados,

jugar como niños,caminar tomados de la mano.

Retenerte a mi lado, besarte cada mañana y en cada madrugada.

En cambio nos dimos un hotel donde el tiempo fue pasajero

y un amor sincero.

Cómplices miradas , secretos amores retratados en nuestras pupilas dilatadas

Duchas y sábanas mojadas.

Me rindo ante lo nunca dado,

Sueños imposibles, nunca realizados.

Castillos de naipes cayendo uno a uno,

En mi mente, en mi alma, en mis desiertos.

tu recuerdo emerge como un adiós, una mirada

un hasta siempre.